Hace un par de semanas empezaba la terapia Héctor. Como con todos los pacientes el primer día lo dedicamos a establecer objetivos, hablar de cómo se organizan las sesiones de terapia y a daros consejos visuales.

    Hablamos de usar atril para adquirir un buen hábito postural que favorezca la eficiencia de los ojos. Su madre reconocía la postura encorvada de Héctor e incluso la suya. De vuelta a Madrid venía pensando en valorar si el origen de esa postura era visual y ver si podía ayudarle a rectificarlo.

    A la semana siguiente, sin hacer mención a la postura, pregunté a Esther si quería probarse unas gafas. Se las puso, se rió por el aspecto y se fue a la sala de espera con la indicación de “¡haz lo que quieras!: leer, salir a la calle”….No quería darle pistas.

    Terminé la terapia con Héctor y pasó con nosotros a la sala. “¡Marival, me quedo estas gafas!!!” Ahora estoy recta!!! Su marido también lo percibía.

    Hasta hace unos años se usaban las gafas exclusivamente para ver más nítido. Quienes hacemos Optometría Comportamental las usamos para mucho más, tratamos áreas cerebrales visuales que abarcan aproximadamente el 70% del total.