Llevamos en terapia con Marival desde hace tres meses y ya hemos comprobado un progreso en la capacidad lectora de la niña después de varios años trabajando el retraso lector por el servicio de orientación del colegio.

    Marival, tras la evaluación de la niña, nos explicó claramente cuál era el problema y cómo, con la terapia adecuada, podía corregirse.

    Los ejercicios que debemos realizar diariamente en casa siempre son entretenidos y cambian cada dos semanas para que la niña nunca pierda el interés. De esa forma, los 10 minutos que dedicamos cada tarde se convierten no en una carga más sino de un momento lúdico entre la nosotras.