Buenos días, quería dejar mi opinión sobre la terapia visual que está recibiendo mi hijo de 7 años con la directora del centro, Marival, por si a alguien le puede servir de ayuda. Llegué a Marival con mi hijo, derivado por la psicóloga infantil que le estaba atendiendo por problemas de comportamiento y tics nerviosos.

    Tras la evaluación de mi hijo, la psicóloga concluyó que una parte importante de los problemas que presentaba mi hijo se debían a los problemas que le habían acarreado desde su nacimiento sus dificultades en la visión (tiene unas dioptrías muy elevadas) en el concepto de sí mismo y la relación con su propio cuerpo, no habiendo podido desarrollar de la manera adecuada los reflejos primitivos propios de su edad y haciendo que se sintiese muy inseguro con sus propios recursos, por lo que nos recomendó comenzar terapia optometrista comportamental y nos derivó a este centro.

    Tras la evaluación de mi hijo, Marival coincidió con lo analizado por la psicóloga y nos propuso comenzar la terapia, la cual consistiría en sesiones semanales de terapia visual en el centro y un tratamiento de fototerapia llamado Syntonic. Nuestra experiencia desde entonces hasta la actualidad ha sido muy positiva.

    Hemos notado una mejoría en nuestro hijo muy considerable. A nivel motor está mucho más seguro de su cuerpo, de sus movimientos, su sus habilidades, incluso ha mejorado su postura corporal estando más erguido, con lo que es más dueño de sí mismo tanto en la práctica de deportes o juegos que impliquen coordinación y equilibrio, como a nivel de autoestima y seguridad en sus propios recursos, que a estas edades están muy asociados a que se sientan seguros con su propio cuerpo. Así mismo, y no menos importante, ha mejorado mucho a nivel de visión, valorado a través de las pruebas evaluativas que le ha ido realizando su optometrista. Bajo mi experiencia, recomiendo el tratamiento que la profesional valore porque en nuestro caso, está funcionando muy bien con nuestro hijo y le está ayudando a ser más feliz, que era lo que más nos importaba.

    Gracias por todo, Marival, el camino recorrido en compañía es mucho más fácil.